ESTRÉS LABORAL
QUÉ ES Y CÓMO COMBATIRLO
Escrito por Elena Caraballo Ruiz-Berdejo
Psicóloga General Sanitaria
¿QUÉ ES?
El estrés se define como una serie de reacciones fisiológicas que surgen ante el desequilibrio entre las demandas del ambiente y los recursos de los que dispone la persona.
Estas reacciones pueden ayudarnos a afrontar estas situaciones difíciles, pero cuando el estrés se presenta de forma prolongada o con una intensidad excesiva, esto puede causarnos problemas físicos y/o psicológicos (ej.: problemas de ansiedad, depresión, etc.).
El estrés laboral se refiere al estrés provocado por la excesiva presión que se vive en el entorno laboral ante la falta de recursos o capacidades para realizar las tareas solicitadas al trabajador.
SÍNTOMAS MÁS COMUNES
Cuando las exigencias laborales superan los recursos de los que dispone la persona, se empiezan a manifestar síntomas como:
· Ansiedad La ansiedad se manifiesta a varios niveles:
A nivel cognitivo: preocupación, temores, inseguridades, pensamientos negativos sobre uno mismo, problemas de concentración, etc.
A nivel fisiológico: tensión muscular, dolores de cabeza, sudoración, palpitaciones, taquicardia, temblores, molestias gástricas, mareos, náuseas, sequedad de boca, dificultades para respirar, etc.
A nivel conductual: evitación de situaciones temidas, agitación motora, llantos, bloqueos, etc.
· Enfado e irritabilidad
· Tristeza y depresión
· Apatía y desmotivación
· Fatiga y cansancio físico
· Falta de rendimiento
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS LABORAL
Las prisas y la falta de tiempo junto con las tensiones asociadas al estrés llevan a que cambiemos nuestros hábitos y que aumenten las conductas no saludables, por ejemplo:
- Dejar de hacer deporte - Dejar la dieta - Dormir menos horas de las necesarias - Descuidar la higiene personal - Comer, beber o fumar en exceso - Aislarse de los demás
Dejar de cuidarse hace que, a su vez, aumente el estrés, continuando el círculo vicioso.
En cuanto a la salud física, una alta activación fisiológica mantenida en el tiempo puede ocasionar problemas de salud (ej.: dolores de cabeza, problemas cardiovasculares, problemas gastrointestinales, disfunciones sexuales, etc.). Además, el estrés prolongado deteriora el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de padecer enfermedades (ej.: gripes, hipertensión, cáncer, etc.).
El estrés también afecta a la salud mental, haciendo más probables los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, los trastornos del sueño, las adicciones, etc.
El estrés afecta a los procesos cognitivos como la atención, la percepción, la memoria, la toma de decisiones, etc., disminuyendo así la productividad en el trabajo o los estudios. Otras consecuencias en el ámbito laboral son el deterioro de las relaciones con los compañeros de trabajo y el absentismo.
A nivel social, es probable que los cambios en el estado de ánimo, la irritabilidad, la desmotivación y la falta de tiempo, se generalicen y se den en el contexto de otras relaciones personales y familiares, provocando el conflicto y deterioro de estas.
FACTORES PSICOSOCIALES QUE AUMENTAN EL ESTRÉS LABORAL
Los factores psicosociales del estrés laboral se relacionan tanto con el contexto laboral como con las características del trabajador. Es decir, que cada tipo de trabajo exige unas determinadas cualidades o recursos del trabajador (ej.: exactitud, precisión, inmediatez, esfuerzo físico, esfuerzo mental, gran responsabilidad, etc.), pero a su vez, en un mismo puesto de trabajo, dos personas pueden reaccionar de manera diferente según la percepción que tengan de la situación.
A continuación, se presentan algunos factores que suelen actuar como estresores:
· Condiciones del trabajo
- Exceso o falta de volumen de trabajo
- Falta de tiempo para realizar el trabajo adecuadamente
- Demandas y objetivos descritos de forma ambigua o poco clara
- Poca estabilidad o precariedad del puesto de trabajo
- Desequilibrio entre las condiciones y el perfil del trabajador.
- La incertidumbre respecto al futuro profesional
- No sentirse desarrollado profesionalmente y pocas posibilidades de crecimiento o ascenso.
· Clima de trabajo
- Falta de reconocimiento por el buen trabajo realizado
- Quejas o exigencias continuas y excesivas por parte de los compañeros o responsables
- Responsables y jefes con un estilo de liderazgo disfuncional (ya sea muy autoritario o muy pasivo)
- Amenazas de despido u otro tipo frecuentemente
- No se tienen en cuenta las quejas o sugerencias del trabajador
- Falta de apoyo y/o colaboración por parte de los compañeros y/o superiores
- Ambiente de competitividad excesiva
- Tener pocos contactos con otras personas en el trabajo o sentirse solo
- Rechazo o prejuicios por parte de los compañeros y/o superiores por cuestiones como la edad, la raza, la religión, etc.
- Falta de oportunidades para mostrar las capacidades o talento personal
· Tipo de trabajo
- Exposición a situaciones peligrosas, violentas o amenazantes en el puesto de trabajo
- Exposición a peligro o trabajo físico desagradable
- Gravedad de las consecuencias derivadas de la calidad del trabajo realizado
- Puesto de trabajo con funciones que superan las capacidades o conocimiento del trabajador sin formación por parte de la empresa.
- Puesto de trabajo demasiado fácil o monótono
- Tener poca autoridad o capacidad de decisión en la tarea encargada
- Falta de control o satisfacción con el resultado de su trabajo
- Diferencia entre los valores personales y los valores de la empresa
¿CÓMO COMBATIR EL ESTRÉS LABORAL?
- Identificar los estresores laborales que están provocando un malestar.
Una vez identificado podrás centrarte en solucionarlos. Por ejemplo, será diferente el afrontamiento si es un problema de comunicación, si es un problema de falta de formación o un problema de organización.
- Establecer límites de horarios.
Trabajar más horas de la debidas quita tiempo para el cuidado personal, el descanso y el placer, con las consecuencias para la salud que ello conlleva. Por eso, se recomienda establecer horarios para aumentar la productividad en las horas de trabajo y para poder desconectar una vez en casa.
- Mejorar la comunicación con los compañeros y los superiores.
Es importante expresar lo que te molesta o no va bien. Algunos consejos que pueden ayudarte son:
o Prepararte lo que quieres decir y cómo
o Elegir el momento oportuno (por ejemplo, cuando tu encargado esté más receptivo o cuando estés más tranquilo)
- Hacer ejercicio.
Hacer deporte y mantenerse activo tiene muchos beneficios para tu salud. Uno de ellos es que es un ansiolítico natural y te ayudará a disminuir el estrés y a ver las cosas de otra manera.
- Realizar técnicas de relajación, meditación o mindfulness.
El estrés surge en muchas ocasiones por la forma en la que interpretamos las situaciones. Practicar estas técnicas te permitirá conocer mejor tu cuerpo y tu mente, ayudando así a gestionar las emociones en los momentos de estrés y ansiedad.
- Llevar un estilo de vida saludable.
El estilo de vida que llevamos influye mucho en nuestro bienestar, por lo que es muy importante cuidar la alimentación, la higiene y las rutinas de sueño.
- Buscar el apoyo de los amigos y la familia
Hablar de las dificultades te permitirá expresar tus emociones y recibir el apoyo y los puntos de vista de los más cercanos. A su vez, los amigos y familiares pueden ayudar a distraerte y realizar actividades que llenen tu día a día de placeres y pensamientos positivos que contrarrestarán en parte la negatividad que experimentas en el trabajo.
- Buscar ayuda profesional de un psicólogo.
En terapia encontrarás un lugar seguro donde desahogarte. Para el tratamiento del estrés laboral se trabajará con técnicas de relajación, técnicas de manejo del estrés, entrenamiento en solución de problemas, manejo de la ira, entrenamiento en habilidades de comunicación, autoinstrucciones de afrontamiento adaptativo, técnicas de reestructuración cognitiva o modificación de pensamientos disfuncionales que llevan a estados emocionales negativos como la ira, la ansiedad o la depresión.
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