Escrito por Elena Caraballo Ruiz-Berdejo
Psicóloga General Sanitaria
¿Qué es la ansiedad?
Es una respuesta universal de miedo anticipatorio que se desencadena ante estímulos, internos (ej.: pensamientos, ideas) o externos, que se consideran peligrosos o amenazantes.
El miedo se presenta ante amenazas concretas, reales o imaginarias, mientras que la ansiedad se activa ante estímulos más difusos. En muchas circunstancias, tanto el miedo como la ansiedad, son respuestas normales y adaptativas que ayudan al organismo a prepararse para la huida o la lucha. El problema surge cuando esos miedos y esa ansiedad son desproporcionados, irracionales y empiezan a limitar la vida de una persona. Es entonces cuando se considera patológico y puede constituir un trastorno de ansiedad.
Síntomas de la ansiedad
Estos síntomas se dan de manera desproporcionada y no son acordes con la intensidad del estímulo que se percibe como amenazante.
Somáticos o físicos:
- Mareos o sensación de inestabilidad
- Sudoración
- Taquicardia
- Palpitaciones
- Sensación de ahogo
- Sensación de opresión en el pecho
- Temblores
- Tensión y rigidez muscular
- Dolor de cabeza tensional
- Alteraciones del sueño (ej.: insomnio)
- Náuseas o vómitos
- Sensación de “nudo en el estómago” o molestias digestivas
- Hormigueo
- Cansancio y debilidad muscular
Cognitivos o psicológicos:
- Ideas obsesivas
- Pensamientos negativos y distorsionados
- Sospechas y prevención excesiva
- Problemas de memoria
- Problemas de atención y concentración
- Preocupación excesiva y rumiaciones
- Confusión e incertidumbre
- Sensación de peligro o amenaza
- Dificultad para tomar decisiones
- Despersonalización (sensación de desconexión con el cuerpo o vacío)
- Desrealización (sensación de irrealidad y extrañeza)
- Temores
- Miedo a morirse, a volverse loco o a perder el control
- Inseguridades
- Deseo de escapar o huir de ciertas situaciones
- Susceptibilidad
Conductuales:
- Agitación e hiperactividad motora (dificultad para estar quieto y en reposo)
- Bloqueos
- Torpeza
- Impulsividad
- Estado de alerta e hipervigilancia
- Cambios en el lenguaje no verbal (ej.: posturas rígidas, tensión facial, etc.)
Emocionales:
- Angustia
- Miedo
- Irritabilidad
- Agobio e inquietud
Sociales:
- Dificultades para iniciar o seguir una conversación
- Bloqueos o quedarse en blanco
- Temor excesivo a los conflictos interpersonales
- Dificultades para expresar opiniones y hacerse respetar.
- Ensimismamiento
- Aislamiento
No todas las personas experimentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Además, no hay por qué cumplirlos todos para considerarlo un problema.
Se considera que alguien tiene problemas de ansiedad cuando estas reacciones escapan al control de la persona, son recurrentes y provocan un malestar y angustia a la persona que las sufre.
Causas de la ansiedad
No hay una causa exacta. Algunos factores que pueden desencadenar o agravar la ansiedad son:
· Factores genéticos.
(Parece que hay un componente hereditario. Las personas que tienen familiares que sufren ansiedad, tienen más probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad).
· El ambiente familiar (ya sea en el pasado o en el presente).
· Desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales (ej.: por alteraciones del sueño, alteraciones de la alimentación o excesivo estrés).
· Situaciones de crisis o cambios (ej.: divorcio, mudanza, muerte de un ser querido, llegada de un hijo, etc.)
· Eventos traumáticos
· Estrés cotidiano
· Pensamientos negativos e interpretaciones distorsionadas
· Baja tolerancia a la incertidumbre y a la frustración
· Descontento con tu situación actual de vida o incoherencia de la situación con tus valores.
· Inadecuado manejo del estrés o afrontamiento de los problemas
Es importante conocer la causa que genera o mantiene la ansiedad para comprender mejor nuestra situación y tratar adecuadamente la ansiedad. A veces, pueden ser varias causas o puede que resulte difícil identificar las causas por estar estas arraigas a un nivel subconsciente.
Consecuencias de la ansiedad
· Debilita el sistema inmune
· Daños en el sistema digestivo y excretor (úlceras)
· Pérdida de memoria a corto plazo
· Problemas cardiovasculares (hipertensión)
· Otros problemas psicológicos:
- Depresión
Las personas que sufren ansiedad son más propensas a desarrollar trastornos del estado de ánimo como la depresión.
- Problemas sexuales
- Abuso y dependencia de sustancias
- Trastornos de la conducta alimenticia (ej.: atracones)
- Otros problemas de salud (ej.: psoriasis, eccemas, migrañas, etc.)
Con un nivel de ansiedad moderado es todavía posible seguir funcionando socialmente, pero si no se trata, puede empeorar hasta impedir el funcionamiento cotidiano. Ej.: muchas personas se aíslan de los demás y/o evitan salir de casa para sentirse seguros. Esto termina afectando a la vida familiar, social y laboral.
Si la ansiedad se agrava demasiado, se pueden desarrollar distintos trastornos de ansiedad como:
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
- Agorafobia
- Ansiedad generalizada
- Trastorno de pánico (ataques de ansiedad o crisis de angustia)
- Fobias específicas
- Fobia social
- Trastorno de ansiedad por separación
- Hipocondría (miedo a padecer una enfermedad)
- Trastorno dismórfico corporal (preocupación excesiva por los defectos físicos).
Consejos para prevenir la ansiedad:
- Adoptar un estilo de vida saludable.
- (Comer bien, dormir lo suficiente, evitar el consumo de drogas y alcohol, salir al aire libre).
- Realizar ejercicio físico regularmente.
- Practicar técnicas de relajación (en especial en momentos de crisis en los que se esté más nervioso).
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